lunes, 21 de enero de 2013

Ricardo Fernandez Barrueco

 PLAN EFECTIVO DE ABOBAMIENTO DEL MAÍZ


La producción de maíz en Venezuela presenta  múltiples problemas derivados de la siembra  en zonas agroecológicas, con marcadas diferencias en cuanto a las características físicas y  químicas de los suelos, regímenes pluviométricos y altitud, entre otros factores climáticos, los cuales  influyen en los rendimientos. El maíz requiere una temperatura de 25 a  30ºC y días soleados con poca nubosidad para  que se produzca la germinación en la semilla, temperaturas menores 8ºC anulan la germinación, sin  embargo, para la fructificación se requieren temperaturas mayores a 20ºC.



Ricardo Fernandez Barrueco
Las necesidades de agua del cultivo también varían  a lo largo de todo el ciclo vegetativo, pero es necesario mantener una humedad constante en la zona  radical, especialmente en los momentos críticos  que son floración y llenado de grano (Monasterio et  al. 2008). La necesidad hídrica durante el ciclo es  de aproximadamente 700 a 850 milímetros de agua  bien distribuidos. 

Es recomendable en las zonas  que siembran con riego, aplicar uno o dos riegos  antes y durante la fase de floración, porque de ella  va a depender el cuajado y la cantidad de granos  en la mazorca. En este sentido, Cabrera (2005)  hace énfasis en que el maíz es uno de los cultivos  de mayor riesgo de los sembrados en Venezuela, porque su éxito depende del comportamiento de  las condiciones climáticas, principalmente de la  intensidad y distribución de la precipitación.



Ricardo Fernandez Barrueco


Estas variaciones producen cambios y estímulos fisiológicos que modifican la apariencia de las plantas,  de acuerdo con ciertos ritmos periódicos, llamados fases de desarrollo o fases fenológicas y son llamadas observaciones fenológicas.

Así mismo, Azkue (2000) indicó que el ciclo biológico cambia con el genotipo y con los factores del  clima, es decir, que las plantas del mismo genotipo sembradas bajo diferentes condiciones climáticas,  pueden presentar diferentes estados de desarrollo después de transcurrido el mismo tiempo cronológico. Por lo que cada vez cobra mayor importancia el uso de escalas fenológicas, las cuales permiten referirse a las observaciones y prácticas de manejo del cultivo en una etapa de desarrollo determinado.



Ricardo Fernandez Barrueco